Los niños
con edades entre los 25 y 36 meses
están marcados por cambios rápidos en las características físicas, cognitivas,
de personalidad y sociales.
La maduración física de un niño durante su segundo año
resulta en la habilidad de correr, patear, caminar en
puntas de pie y saltar. La afinación de las capacidades motoras, tales como
pasar hojas de libro, sostener un crayón y dibujar círculos, también se hacen
presentes.
En su desarrollo cognitivo un niño comienza a utilizar la
representación lingüística para imágenes abstractas, tales como las palabras
"Mami" y "Papi", para quienes le brindan los primeros
cuidados. La representación simbólica también aparece en los juegos de
simulación, por ejemplo en aquellos en los que los niños representan con
muñecos a los miembros de la familia.
Mientras tanto en el desarrollo de la personalidad, un niño
manifiesta un sentido de sí mismo, de propósito y voluntad. El niño desarrolla
un nuevo sentido de independencia e iniciativa. El niño comienza a desarrollar
un sentido de sí mismo y del otro, representado en palabras tales como
"yo", "mío" y "no".
Y finalmente en su desarrollo social el niño interactúa
mayormente con adultos, de quienes depende para saciar determinadas
necesidades. A medida que aumenta la autonomía del niño, decrece la dependencia de
los adultos. De todos modos, quien le brinda el cuidado permanece como la
autoridad que gobierna la independencia en el desarrollo del niño. En este momento, el niño
aprende técnicas emocionales y del comportamiento que le permite saciar de
forma exitosa sus necesidades.
OBJETIVO
Utilizar
estrategias musicales y corporales para fortalecer en los niños (as) la
estructuración espacio-temporal, mediante cuentos, cantos y juegos, permitiendo
así la interacción, el goce y el disfrute de cada una de las actividades.
Beneficios del Programa
Plantear actividades, juegos y dinámicas fuera del
salón; en un lugar que permita que el niño (a) reconozca, disfrute, goce e
interactúe en los diferentes lugares de la naturaleza, realizando diferentes
actividades como correr, gatear, saltar y mover su cuerpo de diferentes maneras
Desarrollar
actividades y juegos que permitan el disfrute del medio acuático, en donde
podrán moverse libremente en el agua en interacción con sus padres, de tal
forma que el agua sea un elemento más para su formación integral y en su
desarrollo psicomotor.