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viernes, 15 de noviembre de 2013

BEBES DE 25 A 36 MESES


Los niños con edades entre los 25 y 36 meses están marcados por cambios rápidos en las características físicas, cognitivas, de personalidad y sociales.


La maduración física de un niño durante su segundo año resulta en la habilidad de correr, patear, caminar en puntas de pie y saltar. La afinación de las capacidades motoras, tales como pasar hojas de libro, sostener un crayón y dibujar círculos, también se hacen presentes.


En su desarrollo cognitivo un niño comienza a utilizar la representación lingüística para imágenes abstractas, tales como las palabras "Mami" y "Papi", para quienes le brindan los primeros cuidados. La representación simbólica también aparece en los juegos de simulación, por ejemplo en aquellos en los que los niños representan con muñecos a los miembros de la familia. 


Mientras tanto en el desarrollo de la personalidad, un niño manifiesta un sentido de sí mismo, de propósito y voluntad. El niño desarrolla un nuevo sentido de independencia e iniciativa. El niño comienza a desarrollar un sentido de sí mismo y del otro, representado en palabras tales como "yo", "mío" y "no".


Y finalmente en su desarrollo social el niño interactúa mayormente con adultos, de quienes depende para saciar determinadas necesidades. A medida que aumenta la autonomía del niño, decrece la dependencia de los adultos. De todos modos, quien le brinda el cuidado permanece como la autoridad que gobierna la independencia en el desarrollo del niño. En este momento, el niño aprende técnicas emocionales y del comportamiento que le permite saciar de forma exitosa sus necesidades.

OBJETIVO

Utilizar estrategias musicales y corporales para fortalecer en los niños (as) la estructuración espacio-temporal, mediante cuentos, cantos y juegos, permitiendo así la interacción, el goce y el disfrute de cada una de las actividades.


                                                            Beneficios del Programa


Plantear actividades, juegos y dinámicas fuera del salón; en un lugar que permita que el niño (a) reconozca, disfrute, goce e interactúe en los diferentes lugares de la naturaleza, realizando diferentes actividades como correr, gatear, saltar y mover su cuerpo de diferentes maneras
Desarrollar actividades y juegos que permitan el disfrute del medio acuático, en donde podrán moverse libremente en el agua en interacción con sus padres, de tal forma que el agua sea un elemento más para su formación integral y en su desarrollo psicomotor.

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